37. si se convierten en su corazón en la tierra a que hayan sido llevados, si se arrepienten y te suplican en la tierra de su cautividad, diciendo: "Hemos pecado, hemos sido perversos, somos culpables";





“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina