Hechos, 19
21. Después de estos sucesos, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén pasando por Macedonia y Acaya. Y decía: «Después de estar allí he de visitar también Roma.»
21. Después de estos sucesos, Pablo tomó la decisión de ir a Jerusalén pasando por Macedonia y Acaya. Y decía: «Después de estar allí he de visitar también Roma.»
El Capítulo 19 Hechos de los Apóstoles describe la llegada de Pablo a Éfeso, donde encuentra a un grupo de discípulos que no habían oído hablar del Espíritu Santo. Pablo predica el evangelio en la sinagoga y la escuela del tirano, donde Dios realiza muchos milagros y curación a manos de Pablo. También hay un conflicto con los hijos de Ceva, que intentan expulsar a los demonios con el nombre de Jesús sin tener la autoridad para ello. Después de eso, la ciudad es sacudida por un motín causado por un orfebre que se siente amenazado por la predicación de Pablo. Los versos relacionados con los temas del capítulo son:
Mateo 10:8: "Cure enfermo, resucita muerto, purifica a los leprosos, expulsa demonios; gratis que recibió, gratis allí". Este versículo se relaciona con la actuación de Pablo en Éfeso, donde Dios realiza muchos milagros y curación a manos de Pablo, mostrando el poder y la autoridad de Dios.
Marcos 9:38: "Y John le respondió, diciendo, Maestro, vimos a uno que, en su nombre, expulsó a los demonios, que no nos sigue; y lo prohibimos, porque no nos siguió". Este versículo se relaciona con el conflicto entre Pablo y los hijos de Ceva, que intentan expulsar a los demonios con el nombre de Jesús sin ser autorizado. Pablo demuestra que solo aquellos que creen en Jesús y tienen autoridad dada por él pueden hacer tal trabajo.
Juan 16:33: "Te he dicho esto, que puedes tener paz; en el mundo tendrás aflicciones, pero tienden a un buen coraje; he superado el mundo". Este versículo se relaciona con el tumulto en Éfeso causado por el orfebre que fue amenazado por la predicación de Pablo. La persecución y la oposición son una realidad para aquellos que siguen a Jesús, pero la paz de Cristo y el buen coraje nos garantizan, ya que él ya ha superado el mundo.
2 Timoteo 1:7: "Porque Dios no nos ha dado el espíritu de miedo, sino de la fortaleza, de amor y de moderación". Este versículo se relaciona con la predicación de Pablo en Éfeso, donde muchos estaban asustados por las prácticas ocultas y la brujería. Pablo anuncia la verdad de que en Jesús tenemos la fortaleza, el amor y la moderación que provienen del Espíritu Santo.
1 Corintios 14:33: "Porque Dios no es Dios de la confusión, sino de la paz, como en todas las iglesias de los santos". Este versículo se relaciona con el conflicto en un Éfeso causado por el orfebre, lo que llevó a la ciudad a una gran confusión. Dios es un Dios de la paz, y el mensaje de Cristo trae paz y reconciliación a los que creen.
“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina
