17. ofrecieron para la dedicación de esta Casa de Dios cien toros, doscientos carneros, cuatrocientos corderos y, como sacrificio por el pecado de todo Israel, doce machos cabríos, conforme al número de las tribus de Israel.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina