Deuteronomio, 7
18. Pero no las temas: acuérdate bien de lo que Yahveh tu Dios hizo con Faraón y con todo Egipto,
18. Pero no las temas: acuérdate bien de lo que Yahveh tu Dios hizo con Faraón y con todo Egipto,
Deuteronomio 7 se ocupa de la separación de que el pueblo de Israel debe hacer que los pueblos que habitan la tierra prometida, para evitar que sean corrompidas por sus prácticas y creencias. Además, el capítulo destaca la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas a quienes lo aman y mantienen sus mandamientos. A continuación hay cinco versos de otros libros bíblicos que se relacionan con los temas abordados en Deuteronomio 7.
Joshua 23:6: "Por lo tanto, la sed de que usted mantenga y haga todo lo que está escrito en el Libro de la Ley de Moisés, para que no se desvíe de él a la derecha o hacia la izquierda", este verso muestra la importancia de Obediencia La Ley de Dios para permanecer fiel a él y evitar la corrupción por las prácticas de otros pueblos.
Salmo 105:8-11: "Recordó su Santa Palabra, y de Abraham, su siervo. Y sacó a su pueblo de alegría, y su elegido con regocijo. Y les dio las tierras de los gentiles, y heredaron la obra de los pueblos, para mantener sus preceptos y observar sus leyes. Alabado al Señor ". Este salmo recuerda cómo Dios cumplió sus promesas al pueblo de Israel al darles la tierra prometida y señala que esta herencia viene con la responsabilidad de mantener los preceptos y leyes de Dios.
1 Corintios 15:33: "No te equivoques: las malas conversaciones corrompen la buena moral". Este verso advierte sobre el peligro de mezclar con personas que tienen creencias y prácticas que no sean las de Dios y cómo puede conducir a la corrupción.
2 Corintios 6:14: "¿No te pones en un yugo desigual con los no creyentes; para lo que la sociedad tiene justicia con injusticia? ¿O qué comunión tiene la luz con la oscuridad?" Este versículo refuerza la idea de la separación del pueblo de Dios de los pueblos incrédulos para evitar la contaminación espiritual.
Hebreos 10:23: "Retengamos la confesión de nuestra empresa de esperanza; porque los fieles es lo que prometió". Este versículo destaca la fidelidad de Dios para cumplir sus promesas y alienta al pueblo de Dios a permanecer fiel en su esperanza y confianza en él.
“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina
