Daniel, 13
32. Tenía puesto el velo, pero aquellos miserables ordenaron que se le quitase el velo para saciarse de su belleza.
32. Tenía puesto el velo, pero aquellos miserables ordenaron que se le quitase el velo para saciarse de su belleza.
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina