48. subió al monte Salmón con todas sus tropas; y tomando un hacha, cortó una rama de árbol, se la puso al hombro, y dijo a las tropas que lo acompañaban: "¡Apúrense! Hagan lo mismo que yo".





“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina