Jueces, 5
7. Ya no había más jefes, no había ni uno solo en Israel, hasta que te levantaste tú, Débora, hasta que te levantaste tú, madre en Israel.
7. Ya no había más jefes, no había ni uno solo en Israel, hasta que te levantaste tú, Débora, hasta que te levantaste tú, madre en Israel.
“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina