Jeremías, 25
7. Pero ustedes no me escucharon -oráculo del Señor- agraviándome con la obra de sus manos, para su propia desgracia.
7. Pero ustedes no me escucharon -oráculo del Señor- agraviándome con la obra de sus manos, para su propia desgracia.
“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina