Isaías, 51
23. Yo lo pondré en la mano de tus verdugos, de aquellos que te decían: "Doblégate para que pasemos", mientras tú ponías la espalda como un suelo, como una calle para los transeúntes.
23. Yo lo pondré en la mano de tus verdugos, de aquellos que te decían: "Doblégate para que pasemos", mientras tú ponías la espalda como un suelo, como una calle para los transeúntes.
“Que Maria sempre enfeite sua alma com as flores e o perfume de novas virtudes e coloque a mão materna sobre sua cabeça. Fique sempre e cada vez mais perto de nossa Mãe celeste, pois ela é o mar que deve ser atravessado para se atingir as praias do esplendor eterno no reino do amanhecer.” São Padre Pio de Pietrelcina