17. Pero Abisai, hijo de Seruiá, acudió en su auxilio y abatió al filisteo, dándole muerte. Los hombres de David lo conjuraron, diciendo: "Tú no irás más a combatir con nosotros, no sea que extingas la lámpara de Israel".





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina