37. Un día, mientras estaba postrado en el templo de Nisroc, su dios, Adramélec y Sarecer, sus hijos, lo mataron con la espada, y se pusieron a salvo en el país de Ararat. Asarhadón, su hijo, reinó en lugar de él.





“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina