15. Entonces Jilquías tomó la palabra y dijo a Safán, el secretario: "He encontrado el libro de la Ley en la Casa del Señor". Jilquías entregó el libro a Safán,





“O mais belo Credo é o que se pronuncia no escuro, no sacrifício, com esforço”. São Padre Pio de Pietrelcina