30. Estas montañas se encuentran, como es sabido, al otro lado del Jordán, detrás del camino del oeste, en el país de los cananeos que habitan en la Arabá, frente a Guilgal, cerca de la encina de Moré.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina