7. Den vuelta y pónganse en camino, para ir a la montaña de los amorreos y a todas las regiones vecinas: La Arabá, la Montaña, la Sefelá, el Négueb y la costa marítima -es decir, la tierra de Canaán- y el Líbano, hasta el Gran Río, el río Éufrates.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina