91. El rey Nabucodonosor quedó estupefacto y se levantó rápidamente. Y tomando la palabra, dijo a sus cortesanos: "¿No eran tres los hombres que fueron atados y arrojados dentro del fuego?". Ellos le respondieron, diciendo: "Así es, rey".





“Você teme um homem,um pobre instrumento nas mãos de Deus, mas não teme a justiça divina?” São Padre Pio de Pietrelcina