27. Jesús, hijo de Sirac, hijo de Eleazar de Jerusalén, fue quien puso en este libro tanta enseñanza y tanto saber; vertió en él toda la sabiduría que llevaba en su interior.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina