8. No tengas vergüenza de reprender a un imbécil o a un tonto, y al anciano decrépito que ha vuelto a la infancia. Entonces demostrarás que verdaderamente eres educado, y todos te apreciarán.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina