Sirácides (Eclesiástico), 4
3. No discutas con el desesperado, ni dejes que el necesitado suspire por tu limosna.
3. No discutas con el desesperado, ni dejes que el necesitado suspire por tu limosna.
“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina