Números, 35
28. Porque aquél debía permanecer en su ciudad de asilo hasta la muerte del sumo sacerdote. El homicida no volverá a su propiedad antes de que haya muerto el sumo sacerdote.
28. Porque aquél debía permanecer en su ciudad de asilo hasta la muerte del sumo sacerdote. El homicida no volverá a su propiedad antes de que haya muerto el sumo sacerdote.
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina