4. Cuando los israelitas vieron aquella multitud, se asustaron y se dijeron unos a otros: «Sin duda, éstos devorarán todo el país y ni los montes más altos, ni los barrancos ni las colinas, detendrán su marcha.»





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina