10. Así, el sur pertenecía a Efraím y el norte a Manasés, terminando ambos en el mar. Limitaban al norte con la tribu de Aser, y con la tribu de Isacar por el este.





“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina