7. mientras el ejército del rey de Babilonia atacaba a Jerusalén y a las ciudades de Judá que aún quedaban, a saber Laquis y Azecá, que eran las únicas que todavía resistían de todas las ciudades de Judá, pues eran ciudades fortificadas.





“O amor tudo esquece, tudo perdoa, sem reservas.” São Padre Pio de Pietrelcina