20. Pero ahora mi carpa está destruida y todos sus cordeles cortados. Mis hijos me han abandonado, no queda ninguno. Ya no hay nadie que pueda levantar mi carpa o extender mis toldos.»





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina