20. Sin embargo, ahora, Yavé, Dios nuestro, líbranos de caer en sus manos, te lo suplico, para que todos los reinos de la tierra sepan que tú eres el único Dios, ¡Yavé!»





“Aquele que procura a vaidade das roupas não conseguirá jamais se revestir com a vida de Jesus Cristo.” São Padre Pio de Pietrelcina