1. Entonces Isaac llamó a su hijo Jacob, lo bendijo y le dio esta orden: «No te cases con ninguna mujer cananea.





“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina