Ezequiel, 16
36. Ya que mostraste tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes, con todos tus ídolos abominables, ya que derramaste la sangre de tus hijos,
36. Ya que mostraste tu desnudez en tus prostituciones con tus amantes, con todos tus ídolos abominables, ya que derramaste la sangre de tus hijos,
“É doce o viver e o penar para trazer benefícios aos irmãos e para tantas almas que, vertiginosamente, desejam se justificar no mal, a despeito do Bem Supremo.” São Padre Pio de Pietrelcina