Evangelio según San Mateo, 27
14. Pero Jesús no dijo ni una palabra, de modo que el gobernador se sorprendió mucho.
14. Pero Jesús no dijo ni una palabra, de modo que el gobernador se sorprendió mucho.
San Mateo 27 es el capítulo que informa la crucifixión y la muerte de Jesús. Algunos eventos ocurrieron durante su arresto y juicio también se narran. Los siguientes son cinco versículos relacionados con los temas cubiertos en este capítulo:
Isaías 53:5: "Pero fue perforado debido a nuestras transgresiones, fue aplastado por nuestras iniquidades; el castigo que nos trajo la paz fue sobre él, y por sus heridas fuimos sanados". Este verso profético de Isaías describe la muerte de Jesús y su propósito de traernos la paz y la curación.
Marcos 15:22-24: "Llevaron a Jesús al lugar llamado Golgota (que significa el lugar del cráneo). Allí le dieron vino mezclado con Gall; para ver quién estaría con cada uno". Este verso del Evangelio de Marcos describe el lugar donde Jesús fue crucificado y el trato cruel que recibió de los soldados romanos.
Lucas 23:34: "Jesús dijo, Padre, perdónalos, porque no saben lo que están haciendo. Luego compartieron su ropa, quitándose los tipos". Este verso del Evangelio de Lucas muestra el carácter misericordioso y pardior de Jesús, incluso cuando estaba siendo crucificado.
Juan 19:26-27: "Cuando Jesús vio a su madre allí, y cerca de ella, el discípulo a quien amaba, le dijo a su madre: mujer, aquí está su hijo, y al discípulo: aquí está su madre. De ese momento en adelante , el discípulo la recibió en su casa ". Este verso del Evangelio de Juan muestra el cuidado y la preocupación de Jesús con su madre y su preocupación por asegurarse de que ella fuera bien cuidada después de su muerte.
Hebreos 9:28: "Así que Cristo también se ofreció en sacrificio una vez, para tomar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, no para quitar el pecado, sino para llevar la salvación a quienes lo esperan". Este verso de la epístola a los hebreos explica el significado de la muerte de Jesús como un sacrificio por nuestros pecados y la promesa de su segunda venida para traer salvación.
“Deus nunca me recusou um pedido”. São Padre Pio de Pietrelcina
