34. y a esa hora Jesús gritó con voz potente: «Eloí, Eloí, lammá sabactani», que quiere decir: «Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?»





“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina