35. Pero sí tomaré el reino de manos de su hijo y te daré las diez tribus. 36A su hijo, sin embargo, le guardaré una tribu, pues quiero que mi servidor David tenga siempre su lámpara encendida en mi presencia en Jerusalén, la ciudad que yo elegí para poner en ella mi Nombre.





“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina