Encontrados 756 resultados para: vida sabia

  • y ella dijo: «Oyeme, señor. Por tu vida, señor, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, orando a Yahveh. (I Samuel 1, 26)

  • Ahora yo se lo cedo a Yahveh por todos los días de su vida; está cedido a Yahveh.» Y le dejó allí, a Yahveh. (I Samuel 1, 28)

  • Yahveh da muerte y vida, hace bajar al seol y retornar. (I Samuel 2, 6)

  • Tú le anunciarás que yo condeno su casa para siempre, porque sabía que sus hijos vilipendiaban a Dios y no los ha corregido. (I Samuel 3, 13)

  • Los filisteos fueron humillados. No volvieron más sobre el territorio de Israel y la mano de Yahveh pesó sobre los filisteos durante toda la vida de Samuel. (I Samuel 7, 13)

  • Samuel juzgó a Israel todos los días de su vida. (I Samuel 7, 15)

  • Los que le conocían de toda la vida le vieron profetizando con los profetas, y todos los del pueblo se decían entre sí: «¿Qué le ha pasado al hijo de Quis? ¿Conque también Saúl anda entre los profetas?» (I Samuel 10, 11)

  • Hubo una guerra encarnizada contra los filisteos toda la vida de Saúl. En cuanto Saúl veía un hombre fuerte y valeroso, se lo incorporaba. (I Samuel 14, 52)

  • Cuando Saúl vio a David salir al encuentro del filisteo, preguntó a Abner, jefe del ejército: «¿De quién es hijo este muchacho, Abner?» Abner respondió: «Por tu vida, oh rey, que no lo sé.» (I Samuel 17, 55)

  • Temió Saúl, pues sabía que Yahveh estaba con David y que toda la casa de Israel le amaba. (I Samuel 18, 28)

  • Puso su vida en peligro, mató al filisteo y concedió Yahveh una gran victoria para todo Israel. Tú lo viste y te alegraste. ¿Por qué, pues, vas a pecar contra sangre inocente haciendo morir a David sin motivo?» (I Samuel 19, 5)

  • Pero David volvió a jurar: «Save muy bien tu padre que me tienes mucho afecto y se ha dicho: "Que no lo sepa Jonatán para que no se apene." Y, con todo, por Yahveh y por tu vida, que no hay más que un paso entre yo y la muerte.» (I Samuel 20, 3)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina