Encontrados 772 resultados para: vida eterna

  • Cuando vi que nadie venía a ayudarme, arriesgué la vida, marché contra los ammonitas y Yahveh los entregó en mis manos. ¿Por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para hacerme la guerra?» (Jueces 12, 3)

  • Como todos los días le asediaba con sus palabras y le importunaba, aburrido de la vida, (Jueces 16, 16)

  • y gritó: «¡Muera yo con los filisteos!» Apretó con todas sus fuerzas y la casa se derrumbó sobre los tiranos y sobre toda la gente allí reunida. Los muertos que mató al morir fueron más que los que había matado en vida. (Jueces 16, 30)

  • Los danitas le contestaron: «Calla de una vez, no sea que algunos irritados caigan sobre vosotros y pierdas tu vida y la de tu casa.» (Jueces 18, 25)

  • Esto es lo que habéis de hacer: Consagraréis al anatema a todo varón y a toda mujer que haya conocido varón, pero dejaréis con vida a las doncellas.» Así lo hicieron. (Jueces 21, 11)

  • Volvió entonces Benjamín. Les dieron las mujeres de Yabés de Galaad que habían quedado con vida, pero no hubo suficientes para todos. (Jueces 21, 14)

  • Que Yahveh os conceda encontrar vida apacible en la casa de un marido.» Y las besó. Pero ellas rompieron a llorar, (Rut 1, 9)

  • e hizo este voto: «¡Oh Yahveh Sebaot! Si te dignas mirar la aflicción de tu sierva y acordarte de mí, no olvidarte de tu sierva y darle un hijo varón, yo lo entregaré a Yahveh por todos los días de su vida y la navaja no tocará su cabeza.» (I Samuel 1, 11)

  • y ella dijo: «Oyeme, señor. Por tu vida, señor, yo soy la mujer que estuvo aquí junto a ti, orando a Yahveh. (I Samuel 1, 26)

  • Ahora yo se lo cedo a Yahveh por todos los días de su vida; está cedido a Yahveh.» Y le dejó allí, a Yahveh. (I Samuel 1, 28)

  • Yahveh da muerte y vida, hace bajar al seol y retornar. (I Samuel 2, 6)

  • Los filisteos fueron humillados. No volvieron más sobre el territorio de Israel y la mano de Yahveh pesó sobre los filisteos durante toda la vida de Samuel. (I Samuel 7, 13)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina