Encontrados 67 resultados para: vara y cayado

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: Extiende tu mano con tu cayado sobre los canales, sobre los ríos y sobre las lagunas, y haz que suban las ranas sobre la tierra de Egipto.» (Exodo 8, 1)

  • Dijo Yahveh a Moisés: «Di a Aarón: extiende tu cayado y golpea el polvo de la tierra que se convertirá en mosquitos sobre todo el país de Egipto.» (Exodo 8, 12)

  • Así lo hicieron: Aarón extendió su mano con el cayado y golpeó el polvo de la tierra; y hubo mosquitos sobre los hombres y sobre los ganados. Todo el polvo de la tierra se convirtió en mosquitos sobre todo el país de Egipto. (Exodo 8, 13)

  • Extendió Moisés su cayado hacia el cielo, y Yahveh envió truenos y granizo; cayeron rayos sobre la tierra, y Yahveh hizo llover granizo sobre el país de Egipto. (Exodo 9, 23)

  • Moisés extendió su cayado sobre la tierra de Egipto; y Yahveh hizo soplar el solano sobre el país todo aquel día y toda la noche. Y cuando amaneció, el solano había traído la langosta. (Exodo 10, 13)

  • Y tú, alza tu cayado, extiende tu mano sobre el mar y divídelo, para que los israelitas entren en medio del mar a pie enjuto. (Exodo 14, 16)

  • Respondió Yahveh a Moisés: «Pasa delante del pueblo, llevando contigo algunos de los ancianos de Israel; lleva también en tu mano el cayado con que golpeaste el Río y vete, (Exodo 17, 5)

  • Moisés dijo a Josué: «Elígete algunos hombres, y sal mañana a combatir contra Amalec. Yo me pondré en la cima del monte, con el cayado de Dios en mi mano.» (Exodo 17, 9)

  • Todo diezmo de ganado mayor o menor, es decir, cada décima cabeza que pasa bajo el cayado, será cosa sagrada de Yahveh. (Levítico 27, 32)

  • «Toma la vara y reúne a la comunidad, tú con tu hermano Aarón. Hablad luego a la peña en presencia de ellos, y ella dará sus aguas. Harás brotar para ellos agua de la peña, y darás de beber a la comunidad y a sus ganados.» (Números 20, 8)

  • Tomó Moisés la vara de la presencia de Yahveh como se lo había mandado. (Números 20, 9)

  • Y Moisés alzó la mano y golpeó la peña con su vara dos veces. El agua brotó en abundancia, y bebió la comunidad y su ganado. (Números 20, 11)


“Para consolar uma alma na sua dor, mostre-lhe todo o bem que ela ainda pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina