Encontrados 11 resultados para: turba

  • que luego derraman las nubes, la destilan sobre la turba humana. (Job 36, 28)

  • Escucho las calumnias de la turba, terror por todos lados, mientras se aúnan contra mí en conjura, tratando de quitarme la vida. (Salmos 31, 14)

  • ocúltame a la pandilla de malvados, a la turba de los agentes de mal. (Salmos 64, 3)

  • Oh Dios, los orgullosos se han alzado contra mí, una turba de violentos anda buscando mi alma, y no te tienen a ti delante de sus ojos. (Salmos 86, 14)

  • Por eso ensanchó el seol su seno dilató su boca sin medida, y a él baja su nobleza y su plebe y su turba gozosa. (Isaías 5, 14)

  • Y será como polvareda fina la turba de tus soberbios, y como tamo que pasa la turba de tus potentados. Sucederá que, de un momento a otro, (Isaías 29, 5)

  • Será como un sueño, visión nocturna, la turba de todas las gentes que guerrean contra Ariel, todas sus milicias y las máquinas de guerra que la oprimen. (Isaías 29, 7)

  • Será como cuando el hambriento sueña que está comiendo, pero despierta y tiene el estómago vacío; como cuando el sediento sueña que está bebiendo, pero se despierta cansado y sediento. Así será la turba de todas las gentes, que guerrean contra el monte Sión. (Isaías 29, 8)

  • Escuchaba las calumnias de la turba: «¡Terror por doquier!, ¡denunciadle!, ¡denunciémosle!» Todos aquellos con quienes me saludaba estaban acechando un traspiés mío: «¡A ver si se distrae, y le podremos, y tomaremos venganza de él!» (Jeremías 20, 10)

  • cuando veáis la turba delante y detrás de ellos adorándoles. Decid entonces en vuestro interior: «A ti solo se debe adoración, Señor.» (Baruc 6, 5)

  • Se oía allí el ruido de una turba indolente, por la multitud de hombres, de bebedores traídos del desierto; ponían ellos brazaletes en las manos de ellas y una corona preciosa en su cabeza. (Ezequiel 23, 42)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina