Encontrados 58 resultados para: traído
El rey David entró, y se sentó ante Yahveh y dijo: «¿Quien soy yo, señor mío Yahveh, y qué mi casa, que me has traído hasta aquí? (II Samuel 7, 18)
Volverá por la ruta que ha traído. No entrará en esta ciudad. Palabra de Yahveh. (II Reyes 19, 33)
diciendo: «¡Líbreme Dios de hacer tal cosa! ¿Voy a beber yo la sangre de estos hombres junto con sus vidas? Pues con riesgo de sus vidas la han traído.» Y no quiso beberla. Esto hicieron los Tres héroes. (I Crónicas 11, 19)
Entró entonces el rey David, se sentó delante de Yahveh y dijo: «¿Quien soy yo, oh Yahveh Dios, y qué mi casa, que me has traído hasta aquí? (I Crónicas 17, 16)
Los siervos de Juram y los siervos de Salomón, que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de algummim y piedras preciosas. (II Crónicas 9, 10)
El rey Salomón dio a la reina de Sabá todo cuanto ella quiso pedirle, aparte lo que ella había traído al rey. Después se volvió y regresó a su país con sus servidores. (II Crónicas 9, 12)
Aquel día ofrecieron a Yahveh sacrificios del botín que habían traído: setecientos bueyes y 7.000 ovejas. (II Crónicas 15, 11)
Fueron ellos donde el sumo sacerdote Jilquiás y le entregaron el dinero traído a la Casa de Dios, que los levitas y porteros habían recibido de Manasés y de Efraím y de todo el resto de Israel, de todo Judá y Benjamín y de los habitantes de Jerusalén. (II Crónicas 34, 9)
Cuando estaban sacando el dinero traído a la Casa de Yahveh, el sacerdote Jilquías encontró el libro de la Ley de Yahveh dada por Moisés; (II Crónicas 34, 14)
Han fundido el dinero traído a la Casa de Yahveh y lo han entregado a los encargados y a los que trabajan en la obra.» (II Crónicas 34, 17)
Se acercó Tobit a Sarra, la mujer de su hijo, y la bendijo diciendo: «¡Bienvenida seas, hija! Y bendito sea tu Dios, hija, que te ha traído hasta nosotros. Bendito sea tu padre, y bendito Tobías, mi hijo, y bendita tú misma, hija. Bienvenida seas, entra en tu casa con gozo y bendición.» (Tobías 11, 17)
Me ha guiado incólume, ha cuidado de mi mujer, me ha traído el dinero y te ha curado a ti. ¿Qué salario voy a darle?» (Tobías 12, 3)