Encontrados 1288 resultados para: también

  • Revestirás de oro los tableros y les harás anillas de oro, para pasar los travesaños. También revestirás de oro los travesaños. (Exodo 26, 29)

  • Para la cortina harás cinco postes de acacia, que revestirás de oro; sus ganchos serán también de oro, y fundirás para ellos cinco basas de bronce. (Exodo 26, 37)

  • También harás el atrio de la Morada. Del lado del Négueb, hacia el sur, el atrio tendrá un cortinaje de lino fino torzal, en una longitud de cien codos a uno de los lados. (Exodo 27, 9)

  • y también dos cadenillas de oro puro; las harás trenzadas a manera de cordones, y fijarás las cadenillas trenzadas en los engarces. (Exodo 28, 14)

  • Bordarás también el pectoral del juicio; lo harás al estilo de la labor del efod. Lo harás de oro, púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal. (Exodo 28, 15)

  • y harás también para el pectoral dos anillas de oro que fijarás en sus dos extremos. (Exodo 28, 23)

  • En todo su ruedo inferior harás granadas de púrpura violeta y escarlata, de carmesí y lino fino torzal; y entre ellas, también alrededor, pondrás campanillas de oro: (Exodo 28, 33)

  • Tejerás la túnica con lino fino; harás también la tiara de lino fino, y la faja con brocado. (Exodo 28, 39)

  • Para los hijos de Aarón harás túnicas. Les harás también fajas y mitras que les den majestad y esplendor. (Exodo 28, 40)

  • Hazles también calzones de lino, para cubrir su desnudez desde la cintura hasta los muslos. (Exodo 28, 42)

  • Tomarás también el segundo carnero, y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del carnero. (Exodo 29, 19)

  • Tomarás también el pecho del carnero inmolado por la investidura de Aarón, y lo mecerás como ofrenda mecida delante de Yahveh; esa será tu porción. (Exodo 29, 26)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina