Encontrados 364 resultados para: suceder a Saúl

  • Murió Samlá, y reinó en su lugar Saúl, de Rejobot del Río. (Génesis 36, 37)

  • Murió Saúl, y reinó en su lugar Baal Janán hijo de Akbor. (Génesis 36, 38)

  • los hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Ohad, Yakín, Sójar y Saúl, hijo de la cananea; (Génesis 46, 10)

  • Hijos de Simeón: Yemuel, Yamín, Ohad, Yakín, Sójar y Saúl, hijo de la cananea; éstas son las familias de Simeón. (Exodo 6, 15)

  • de Zéraj, el clan zerajita; de Saúl, el clan saulita. (Números 26, 13)

  • No hemos dicho: Si llega a suceder que nos hablen así a nosotros o el día de mañana a nuestros descendientes, les podremos responder: "Mirad la edificación del altar de Yahveh que hicieron nuestros padres, no para ofrecer holocaustos ni sacrificios, sino como testigo entre nosotros y vosotros." (Josué 22, 28)

  • Decían: «Yahveh, Dios de Israel, ¿por qué ha de suceder esto en Israel, que desaparezca hoy de Israel una de sus tribus?» (Jueces 21, 3)

  • Será para ti señal lo que va a suceder a tus dos hijos Jofní y Pinjás: en el mismo día morirán los dos. (I Samuel 2, 34)

  • Tenía un hijo llamado Saúl, joven aventajado y apuesto. Nadie entre los israelitas le superaba en gallardía; de los hombros arriba aventajaba a todos. (I Samuel 9, 2)

  • Se habían extraviado unas asnas pertenecientes a su padre Quis. Dijo Quis a su hijo Saúl: «Toma contigo uno de los criados y vete a buscar las asnas.» (I Samuel 9, 3)

  • Cuando llegaron a la comarca de Suf, dijo Saúl a su criado que le acompañaba: «Vamos a volvernos, no sea que mi padre olvidando las asnas se inquiete por nosotros.» (I Samuel 9, 5)

  • Saúl dijo a su criado: «Vamos a ir, pero ¿qué ofreceremos a ese hombre? No queda pan en nuestros zurrones y no tenemos ningún regalo que llevar al hombre de Dios. ¿Qué le podemos dar?» (I Samuel 9, 7)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina