Encontrados 1895 resultados para: sobre

  • Porque hay muchos rebeldes, vanos habladores y embaucadores, sobre todo entre los de la circuncisión, (Tito 1, 10)

  • que derramó sobre nosotros con largueza por medio de Jesucristo nuestro Salvador, (Tito 3, 6)

  • Evita discusiones necias, genealogías, contiendas y disputas sobre la Ley, porque son inútiles y vanas. (Tito 3, 9)

  • con una superioridad sobre los ángeles tanto mayor cuanto más les supera en el nombre que ha heredado. (Hebreos 1, 4)

  • Sobre este particular tenemos muchas cosas que decir, aunque difíciles de explicar, porque os habéis hecho tardos de entendimiento. (Hebreos 5, 11)

  • de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Hebreos 6, 2)

  • Pues bien, si la perfección estuviera en poder del sacerdocio levítico - pues sobre él descansa la Ley dada al pueblo -, ¿qué necesidad había ya de que surgiera otro sacerdote a semejanza de Melquisedec, y no «a semejanza de Aaron»? (Hebreos 7, 11)

  • y sólo son prescripciones carnales, que versan sobre comidas y bebidas y sobre abluciones de todo género, impuestas hasta el tiempo de la reforma. (Hebreos 9, 10)

  • Pues esperaba la ciudad asentada sobre cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. (Hebreos 11, 10)

  • En la fe murieron todos ellos, sin haber conseguido el objeto de las promesas: viéndolas y saludándolas desde lejos y confesándose extraños y forasteros sobre la tierra. (Hebreos 11, 13)

  • Y ¿a qué continuar? Pues me faltaría el tiempo si hubiera de hablar sobre Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. (Hebreos 11, 32)

  • Obedeced a vuestros dirigentes y someteos a ellos, pues velan sobre vuestras almas como quienes han de dar cuenta de ellas, para que lo hagan con alegría y no lamentándose, cosa que no os traería ventaja alguna. (Hebreos 13, 17)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina