Encontrados 16 resultados para: siguen

  • Díjole: «Anda, vete a ver si tus hermanos siguen sin novedad, y lo mismo el ganado, y tráeme noticias.» Le envió, pues, desde el valle de Hebrón, y José fue a Siquem. (Génesis 37, 14)

  • Comprarás a tu prójimo atendiendo el número de años que siguen al jubileo; u según el número de los años de cosecha, él te fijará el precio de venta: (Levítico 25, 15)

  • Pero los israelitas no desposeyeron ni a los guesuritas ni a los maakatitas, de manera que Guesur y Maaká siguen todavía hoy habitando en medio de Israel. (Josué 13, 13)

  • Pero los hijos de Judá no pudieron echar a los jebuseos que ocupaban Jerusalén. Por eso los jebuseos siguen habitando en Jerusalén junto a los hijos de Judá hasta el día de hoy. (Josué 15, 63)

  • Los hijos de Benjamín no expulsaron a los jebuseos que habitaban en Jerusalén; por eso los jebuseos siguen habitando en Jerusalén con los hijos de Benjamín, hasta el día de hoy. (Jueces 1, 21)

  • y le dijeron: «Mira, tú te has hecho viejo y tus hijos no siguen tu camino. Pues bien, ponnos un rey para que nos juzgue, como todas las naciones.» (I Samuel 8, 5)

  • Hasta el día de hoy siguen sus antiguos ritos. No reverenciaban a Yahveh y no seguían sus preceptos y sus ritos, la ley y los mandamientos que había mandado Yahveh a los hijos de Jacob, al que dio el nombre de Israel. (II Reyes 17, 34)

  • ¿Por qué siguen viviendo los malvados, envejecen y aún crecen en poder? (Job 21, 7)

  • «Si sus hijos abandonan mi ley, y no siguen mis juicios, (Salmos 89, 31)

  • Todas las fiestas, los sábados y los novilunios y, además del día fijado, los tres días que las preceden y los tres que las siguen, sean todos ellos días de inmunidad y franquicia para todos los judíos residentes en mi reino: (I Macabeos 10, 34)

  • Así dice el Señor Yahveh: ¡Ay de los profetas insensatos que siguen su propia inspiración, sin haber visto nada! (Ezequiel 13, 3)

  • Salió de allí y vino a su patria, y sus discípulos le siguen. (Marcos 6, 1)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina