Encontrados 345 resultados para: siete truenos

  • No habrá levadura en vuestras casas por espacio de siete días; todo aquel que coma algo fermentado, sea forastero o natural del país, será exterminado de la comunidad de Israel. (Exodo 12, 19)

  • Siete días comerás ázimos y el día séptimo será fiesta de Yahveh. (Exodo 13, 6)

  • Se comerán ázimos durante siete días, y no se verá pan fermentado en tu casa, ni levadura en tu casa, en todo tu territorio. (Exodo 13, 7)

  • Al tercer día, al rayar el alba, hubo truenos y relámpagos y una densa nube sobre el monte y un poderoso resonar de trompeta; y todo el pueblo que estaba en el campamento se echó a temblar. (Exodo 19, 16)

  • Todo el pueblo percibía los truenos y relámpagos, el sonido de la trompeta y el monte humeante, y temblando de miedo se mantenía a distancia. (Exodo 20, 18)

  • Lo mismo has de hacer con el de tus vacas y ovejas. Siete días estará con su madre, y al octavo me lo darás. (Exodo 22, 29)

  • Guardarás la fiesta de los Azimos. Durante siete días comerás ázimos, como te he mandado, en el tiempo señalado, en el mes de Abib; pues en él saliste de Egipto. Nadie se presentará delante de mí con las manos vacías. (Exodo 23, 15)

  • Harás sus siete lámparas que colocarás encima de manera que den luz al frente. (Exodo 25, 37)

  • Por siete días las vestirá aquel de sus hijos que le suceda como sacerdote y entre en la Tienda del Encuentro para oficiar en el Santuario. (Exodo 29, 30)

  • Harás, pues, con Aarón y con sus hijos de esta manera, según todo lo que te he mandado. Siete días invertirás en la investidura. (Exodo 29, 35)

  • Siete días harás la expiación por el altar, y lo santificarás; el altar será cosa sacratísima; todo cuanto toque al altar quedará consagrado. (Exodo 29, 37)

  • Guardarás la fiesta de los Azimos; siete días comerás ázimos como te he mandado, al tiempo señalado, esto es, en el mes de Abib, pues en el mes de Abib saliste de Egipto. (Exodo 34, 18)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina