Encontrados 33 resultados para: sesenta

  • Este es el plano sobre el que Salomón edificó la Casa de Dios: sesenta codos de longitud, en codos de medida antigua, y veinte codos de anchura. (II Crónicas 3, 3)

  • Roboam amaba a Maaká, hija de Absalón, más que a todas sus mujeres y concubinas, pues tuvo dieciocho mujeres y sesenta concubinas; y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas. (II Crónicas 11, 21)

  • «El año primero del rey Ciro, el rey Ciro ha ordenado: "Casa de Dios en Jerusalén": «La Casa será construida como lugar donde se ofrezcan sacrificios y sus fundamentos quedarán establecidos. Su altura será de sesenta codos, su anchura de sesenta codos. (Esdras 6, 3)

  • de los hijos de Adonicam: los últimos, cuyos nombres son: Elifélet, Yeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones; (Esdras 8, 13)

  • Alzó torres de cien codos junto a las puertas, siendo la anchura de sus cimientos sesenta codos. (Judit 1, 3)

  • Le creyeron, pero él prendió a sesenta de ellos y les hizo morir en un mismo día, según la palabra que estaba escrita: (I Macabeos 7, 16)

  • Partiendo de allí se lanzaron contra Escitópolis, ciudad que dista de Jerusalén sesenta estadios. (II Macabeos 12, 29)

  • Ved la litera de Salomón. Sesenta valientes en torno a ella, la flor de los valientes de Israel: (Cantar 3, 7)

  • Sesenta son las reinas, ochenta las concubinas, (e innumerables las doncellas). (Cantar 6, 8)

  • porque la capital de Aram es Damasco, y el cabeza de Damasco, Rasón; Pues bien: dentro de sesenta y cinco años, Efraím dejará de ser pueblo. (Isaías 7, 8)

  • Tomó a un eunuco de la ciudad, que era inspector de los hombres de guerra, siete hombres de los cortesanos del rey, que se encontraban en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del alistamiento del pueblo de la tierra y sesenta hombres de la tierra que se hallaban en la ciudad. (Jeremías 52, 25)

  • El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de sesenta codos de alta por seis de ancha, y la erigió en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia. (Daniel 3, 1)


“Amar significa dar aos outros – especialmente a quem precisa e a quem sofre – o que de melhor temos em nós mesmos e de nós mesmos; e de dá-lo sorridentes e felizes, renunciando ao nosso egoísmo, à nossa alegria, ao nosso prazer e ao nosso orgulho”. São Padre Pio de Pietrelcina