Encontrados 46 resultados para: sería

  • Onán sabía que aquella descendencia no sería suya, y así, si bien tuvo relaciones con su cuñada, derramaba a tierra, evitando el dar descendencia a su hermano. (Génesis 38, 9)

  • No descubrirás la desnudez de una mujer y la de su hija, ni tomarás la hija de su hijo ni la hija de su hija para descubrir su desnudez; son tu propia carne; sería un incesto. (Levítico 18, 17)

  • No ofrezcáis nada defectuoso, pues no os sería aceptado. (Levítico 22, 20)

  • Acampaban al este, frente a la Morada, delante de la Tienda del Encuentro hacia oriente, Moisés y Aarón con sus hijos que estaban encargados del santuario en nombre de los israelitas. Cualquier laico que se acercara, sería muerto. (Números 3, 38)

  • Destruirás, pues, todos esos pueblos que Yahveh tu Dios te entrega, sin que tu ojo tenga piedad de ellos; y no darás culto a sus dioses, porque eso sería un lazo para ti. (Deuteronomio 7, 16)

  • el primer marido que la repudió no podrá volver a tomarla por esposa después de haberse hecho ella impura. Pues sería una abominación a los ojos de Yahveh, y tú no debes hacer pecar a la tierra que Yahveh tu Dios te da en herencia. (Deuteronomio 24, 4)

  • No se tomará en prenda el molino ni la muela; porque ello sería tomar en prenda la vida misma. (Deuteronomio 24, 6)

  • Sansón le respondió: «Si me amarraran con siete cuerdas de arco todavía frescas, sin dejarlas secar, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera.» (Jueces 16, 7)

  • El le respondió: «Si me amarraran bien con cordeles nuevos sin usar, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera.» (Jueces 16, 11)

  • Entonces Dalila dijo a Sansón: «Hasta ahora te has estado burlando de mi y no me has dicho más que mentiras. Dime con qué habría de amarrarte.» El le respondió: «Si tejieras las siete trenzas de mi cabellera con la trama y las clavaras con la clavija del tejedor, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera.» (Jueces 16, 13)

  • le abrió todo su corazón y le dijo: «La navaja no ha pasado jamás por mi cabeza, porque soy nazir de Dios desde el vientre de mi madre. Si me rasuraran, mi fuerza se retiraría de mí, me debilitaría y sería como un hombre cualquiera.» (Jueces 16, 17)

  • Ahora, pues, levántate, sal y habla al corazón de tus servidores, porque por Yahveh te juro que, si no sales, no quedará contigo esta noche ni un hombre, y esto sería para ti mayor calamidad que cuantas vinieron sobre ti desde tu juventud hasta hoy.» (II Samuel 19, 8)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina