Encontrados 145 resultados para: sacerdocio real

  • que hicieran venir a la reina Vastí a presencia del rey, con diadema real, para que vieran las gentes y los jefes su belleza, porque, en efecto, era muy bella. (Ester 1, 11)

  • Cuando se proclamó la orden y el edicto del rey, fueron reunidas muchísimas jóvenes en la ciudadela de Susa, bajo la vigilancia de Hegué; también Ester fue llevada al palacio real y puesta bajo la vigilancia de Hegué, encargado de las mujeres. (Ester 2, 8)

  • Cuando una joven se presentaba al rey, le daban cuanto pedía y lo llevaba consigo del harén al palacio real. (Ester 2, 13)

  • Ester fue presentada al rey Asuero, en el palacio real, el mes décimo, que es el mes de Tébet, en el año séptimo de su reinado, (Ester 2, 16)

  • y el rey amó a Ester más que la otras mujeres; halló ella, en presencia del rey, más gracia y favor que ninguna otra virgen y el rey colocó la diadema real sobre la cabeza de Ester y la declaró reina, en lugar de Vastí. (Ester 2, 17)

  • Ofreció el rey un gran banquete a todos sus jefes y servidores, el banquete de Ester; concedió un día de descanso a todas las provincias y repartió presentes con real magnificencia. (Ester 2, 18)

  • Por aquellos mismos días, estaba adscrito Mardoqueo a la Puerta Real; Bigtán y Teres, dos eunucos del rey, guardianes del umbral, estaban irritados y andaban buscando poner la mano sobre el rey Asuero. (Ester 2, 21)

  • todos los servidores del rey, adscritos a la Puerta Real, doblaban la rodilla y se postraban ante Amán, porque así lo había ordenado el rey; pero Mardoqueo ni doblaba la rodilla ni se postraba. (Ester 3, 2)

  • Los servidores del rey, adscritos a la Puerta Real, dijeron a Mardoqueo: «¿Por qué traspasas la orden del rey?» (Ester 3, 3)

  • hasta llegar ante la Puerta Real, pues nadie podía pasar la Puerta cubierto de sayal. (Ester 4, 2)

  • En todas las provincias, dondequiera que se publicaban la palabra y el edicto real, había entre los judíos gran duelo, ayunos y lágrimas y lamentos, y a muchos el sayal y la ceniza les sirvió de lecho. (Ester 4, 3)

  • Salió Hatak y fue donde Mardoqueo, que estaba en la plaza de la ciudad que hay frente a la Puerta Real. (Ester 4, 6)


“Devemos odiar os nossos pecados, visto que o amor ao Senhor significa paz”. São Padre Pio de Pietrelcina