Encontrados 765 resultados para: reino de los cielos

  • ¿Es que verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo te he construido! (I Reyes 8, 27)

  • escucha tú desde los cielos y obra; juzga a tus siervos, declarando culpable al malo, para hacer recaer su conducta sobre su cabeza y declarando inocente al justo para darle según su justicia. (I Reyes 8, 32)

  • escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu pueblo Israel y vuélvelos a la tierra que diste a sus padres. (I Reyes 8, 34)

  • «Cuando los cielos estén cerrados y no haya lluvia porque pecaron contra ti, si oran en este lugar y alaban tu Nombre y se convierten de su pecado porque les humillaste, (I Reyes 8, 35)

  • escucha tú desde los cielos y perdona el pecado de tu siervo y de tu pueblo Israel, pues les enseñarás el camino bueno por el que deberán andar, y envía lluvia sobre tu tierra, la que diste a tu pueblo en herencia. (I Reyes 8, 36)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, perdona y da a cada uno según sus caminos, pues tú conoces su corazón y sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres, (I Reyes 8, 39)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, y haz según cuanto te pida el extranjero, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu Nombre y te teman como tu pueblo Israel, y sepan que tu Nombre es invocado en esta Casa que yo he construido. (I Reyes 8, 43)

  • escucha tú desde los cielos su oración y su plegaria y hazles justicia. (I Reyes 8, 45)

  • escucha tú desde los cielos, lugar de tu morada, (I Reyes 8, 49)

  • más doce leones de pie sobre las seis gradas, a uno y otro lado. No se hizo cosa semejante en ningún reino. (I Reyes 10, 20)

  • Yahveh dijo a Salomón: «Porque de tu parte has hecho esto y no has guardado mi alianza y las leyes que te ordené, voy a arrancar el reino de sobre ti y lo daré a un siervo tuyo. (I Reyes 11, 11)

  • Tampoco arrancaré todo el reino; daré una tribu a tu hijo, en atención a David, mi siervo, y a causa de Jerusalén que he elegido.» (I Reyes 11, 13)


“Há duas razões principais para se orar com muita satisfação: primeiro para render a Deus a honra e a glória que Lhe são devidas. Segundo, para falar com São Padre Pio de Pietrelcina