Encontrados 83 resultados para: región

  • A los hermanos judíos que viven en Egipto, les saludan sus hermanos judíos que están en Jerusalén y en la región de Judea, deseándoles una paz dichosa. (II Macabeos 1, 1)

  • y las manifestaciones celestiales en favor de los que combatieron viril y gloriosamente por el Judaísmo, de suerte que, aun siendo pocos, saquearon toda la región, ahuyentaron las hordas bárbaras, (II Macabeos 2, 21)

  • Gorgias, hecho estratega de la región, mantenía tropas mercenarias y en toda ocasión hostigaba a los judíos. (II Macabeos 10, 14)

  • Prestó buena acogida a Macabeo y dejó a Hegemónides como estratega desde Tolemaida hasta la región de los guerraínos. (II Macabeos 13, 24)

  • y que se había apoderado de la región, después de haber dado muerte a Antíoco y a su tutor Lisias. (II Macabeos 14, 2)

  • Supo Nicanor que los hombres de Judas se hallaban en la región de Samaría y decidió atacarlos sin riesgo en el día del descanso. (II Macabeos 15, 1)

  • Si en la región ves la opresión del pobre y la violación del derecho y de la justicia, no te asombres por eso. Se te dirá que una dignidad vigila sobre otra dignidad, y otra más dignas sobre ambas. (Eclesiastés 5, 7)

  • Hijo de hombre, vuelve tu rostro hacia el mediodía, destila tus palabras hacia el sur, profetiza contra el bosque de la región del Négueb. (Ezequiel 21, 2)

  • Me dijo: «Esta agua sale hacia la región oriental, baja a la Arabá, desemboca en el mar, en el agua hedionda, y el agua queda saneada. (Ezequiel 47, 8)

  • Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea en lugar de su padre Herodes, tuvo miedo de ir allí; y avisado en sueños, se retiró a la región de Galilea, (Mateo 2, 22)

  • Acudía entonces a él Jerusalén, toda Judea y toda la región del Jordán, (Mateo 3, 5)

  • Al llegar a la otra orilla, a la región de los gadarenos, vinieron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, y tan furiosos que nadie era capaz de pasar por aquel camino. (Mateo 8, 28)


“A ingenuidade e’ uma virtude, mas apenas ate certo ponto; ela deve sempre ser acompanhada da prudência. A astúcia e a safadeza, por outro lado, são diabólicas e podem causar muito mal.” São Padre Pio de Pietrelcina