Encontrados 2225 resultados para: poder en Israel

  • Pues dice la Escritura a Faraón: Te he suscitado precisamente para mostrar en ti mi poder, y para que mi nombre sea conocido en toda la tierra. (Romanos 9, 17)

  • Pues bien, si Dios, queriendo manifestar su cólera y dar a conocer su poder, soportó con gran paciencia objetos de cólera preparados para la perdición, (Romanos 9, 22)

  • Isaías también clama en favor de Israel: Aunque los hijos de Israel fueran numerosos como las arenas del mar, sólo el resto será salvo. (Romanos 9, 27)

  • mientras Israel, buscando una ley de justicia, no llegó a cumplir la ley. (Romanos 9, 31)

  • Pero pregunto: ¿Es que Israel no comprendió? Moisés es el primero en decir: Os volveré celosos de una que no es nación; contra una nación estúpida os enfureceré. (Romanos 10, 19)

  • Mas a Israel dice: Todo el día extendí mis manos hacia un pueblo incrédulo y rebelde. (Romanos 10, 21)

  • Dios no ha rechazado a su pueblo, en quien de antemano puso sus ojos. ¿O es que ignoráis lo que dice la Escritura acerca de Elías, cómo se queja ante Dios contra Israel? (Romanos 11, 2)

  • Entonces, ¿qué? Que Israel no consiguió lo que buscaba; mientras lo consiguieron los elegidos. Los demás se endurecieron, (Romanos 11, 7)

  • Pues no quiero que ignoréis, hermanos, este misterio, no sea que presumáis de sabios: el endurecimiento parcial que sobrevino a Israel durará hasta que entre la totalidad de los gentiles, (Romanos 11, 25)

  • y así, todo Israel será salvo, como dice la Escritura: Vendrá de Sión el Libertador; alejará de Jacob las impiedades. (Romanos 11, 26)

  • Uno cree poder comer de todo, mientras el débil no come más que verduras. (Romanos 14, 2)

  • Y mi palabra y mi predicación no tuvieron nada de los persuasivos discursos de la sabiduría, sino que fueron una demostración del Espíritu y del poder (I Corintios 2, 4)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina