Encontrados 141 resultados para: poco

  • Poco tiempo después, el rey envió al ateniense Geronta para obligar a los judíos a que desertaran de las leyes de sus padres y a que dejaran de vivir según las leyes de su Dios; (II Macabeos 6, 1)

  • Los que le llevaban cambiaron su suavidad de poco antes en dureza, después de oír las referidas palabras que ellos consideraban una locura; (II Macabeos 6, 29)

  • El que poco antes pensaba dominar con su altivez de superhombre las olas del mar, y se imaginaba pesar en una balanza las cimas de las montañas, caído por tierra, era luego transportado en una litera, mostrando a todos de forma manifiesta el poder de Dios, (II Macabeos 9, 8)

  • Al que poco antes creía tocar los astros del cielo, nadie podía ahora llevarlo por la insoportable repugnancia del hedor. (II Macabeos 9, 10)

  • Lo celebraron con alegría durante ocho días, como en la fiesta de las Tiendas, recordando cómo, poco tiempo antes, por la fiesta de las Tiendas, estaban cobijados como fieras en montañas y cavernas. (II Macabeos 10, 6)

  • A poco de difundirse la claridad del sol naciente, ambos bandos se lanzaron al combate; los unos tenían como garantía del éxito y de la victoria, además de su valor, el recurso al Señor; los otros combatían con la furia como guía de sus luchas. (II Macabeos 10, 28)

  • Muy poco tiempo después, Lisias, tutor y pariente del rey, que estaba al frente de los negocios, muy contrariado por lo sucedido, (II Macabeos 11, 1)

  • y no permitiera que aquel pueblo, que todavía hacía poco había recobrado el ánimo, cayera en manos de gentiles de mala fama. (II Macabeos 13, 11)

  • Un poco dormir, otro poco dormitar, otro poco tumbarse con los brazos cruzados; (Proverbios 6, 10)

  • Plata elegida es la lengua del justo, el corazón de los malos vale poco. (Proverbios 10, 20)

  • Fortuna rápida, vendrá a menos, quien junta poco a poco, irá en aumento. (Proverbios 13, 11)

  • Mejor es poco con temor de Yahveh, que gran tesoro con inquietud. (Proverbios 15, 16)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina