Encontrados 14 resultados para: perecerá

  • «Por mi parte, voy a traer el diluvio, las aguas sobre la tierra, para exterminar toda carne que tiene hálito de vida bajo el cielo: todo cuanto existe en la tierra perecerá. (Génesis 6, 17)

  • De esta forma quedarán registradas las reservas de alimento del país para los siete años de hambre que habrá en Egipto, y así no perecerá el país de hambre.» (Génesis 41, 36)

  • Pero Yahveh hará distinción entre el ganado de Israel y el ganado de los egipcios, de modo que nada perecerá de lo perteneciente a Israel.» (Exodo 9, 4)

  • Vio Balaam a Amalec, entonó su trova y dijo: «Primicias de las naciones, Amalec; pero al cabo perecerá para siempre.» (Números 24, 20)

  • barcos por el lado de Kittim. Oprimen a Asur, oprimen a Héber; también él perecerá para siempre.» (Números 24, 24)

  • Conservaré a alguno de los tuyos cabe mi altar para que sus ojos se consuman y su alma se marchite, pero la mayor parte de los tuyos perecerá por la espada de los hombres. (I Samuel 2, 33)

  • Toda la casa de Ajab perecerá y exterminaré a todos los varones de Ajab, libres o esclavos, en Israel. (II Reyes 9, 8)

  • Corrección severa a quien deja el camino; el que odia la reprensión perecerá. (Proverbios 15, 10)

  • El testigo falso no quedará impune, el que profiere mentiras perecerá. (Proverbios 19, 9)

  • El testigo falso perecerá, el hombre que escucha, por siempre podrá hablar. (Proverbios 21, 28)

  • Un tercio de los tuyos morirá de peste o perecerá de hambre en medio de ti, otro tercio caerá a espada, en tus alrededores, y al otro tercio lo esparciré yo a todos los vientos, desenvainando la espada detrás de ellos. (Ezequiel 5, 12)

  • Si, por el contrario, el centinela ve venir la espada y no toca el cuerno, de suerte que el pueblo no es advertido, y la espada sobreviene y mata a alguno de ellos, perecerá éste por su culpa, pero de su sangre yo pediré cuentas al centinela. (Ezequiel 33, 6)


O sábio elogia a mulher forte dizendo: os seu dedos manejaram o fuso. A roca é o alvo dos seus desejos. Fie, portanto, cada dia um pouco. Puxe fio a fio até a execução e, infalivelmente, você chegará ao fim. Mas não tenha pressa, pois senão você poderá misturar o fio com os nós e embaraçar tudo.” São Padre Pio de Pietrelcina