Encontrados 27 resultados para: olvido

  • ¡Jerusalén, si yo de ti me olvido, que se seque mi diestra! (Salmos 137, 5)

  • Por ejemplo, he visto a gente mala llevada a la tumba. Partieron del Lugar Santo, y se dio al olvido en la ciudad que hubiesen obrado de aquel modo. ¡Otro absurdo!: (Eclesiastés 8, 10)

  • Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras; pasará nuestra vida como rastro de nube, se disipará como niebla acosada por los rayos del sol y por su calor vencida. (Sabiduría 2, 4)

  • trastorno del bien, olvido de la gratitud, inmundicia en las almas, inversión en los sexos, matrimonios libres, adulterios, libertinaje. (Sabiduría 14, 26)

  • Las mordeduras - pronto curadas - les recordaban tus preceptos no fuera que, cayendo en profundo olvido, se vieran excluidos de tu liberalidad. (Sabiduría 16, 11)

  • Creían que se mantendrían ocultos con sus secretos pecados bajo el oscuro velo del olvido; y se vieron dispersos, presa de terrible espanto, sobresaltados por apariciones. (Sabiduría 17, 3)

  • Pues el servicio hecho al padre no quedará en olvido, será para ti restauración en lugar de tus pecados. (Eclesiástico 3, 14)

  • Día de bienes, olvido de males, día de males, olvido de bienes. (Eclesiástico 11, 25)

  • Mas de otro modo estos hombres de bien, cuyas acciones justas no han quedado en olvido. (Eclesiástico 44, 10)

  • Aquel día quedará en olvido Tiro durante setenta años. En los días de otro rey, al cabo de setenta años, le sucederá a Tiro como en la canción de la ramera: (Isaías 23, 15)

  • Recuerda esto, Jacob, y que eres mi siervo, Israel. ¡Yo te he formado, tú eres mi siervo, Israel, yo no te olvido! (Isaías 44, 21)

  • - ¿Acaso olvida una mujer a su niño de pecho, sin compadecerse del hijo de sus entrañas? Pues aunque ésas llegasen a olvidar, yo no te olvido. (Isaías 49, 15)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina