Encontrados 24 resultados para: ofrecido
Pero no se hacían para la Casa de Yahveh ni fuentes de plata, ni cuchillos, ni acetres, ni trompetas, ni objetos de oro o plata con el dinero ofrecido a la Casa de Yahveh, (II Reyes 12, 14)
Y el pueblo se alegró por estas ofrendas voluntarias; porque de todo corazón la habián ofrecido espontáneamente a Yahveh. También el rey David tuvo un gran gozo. (I Crónicas 29, 9)
Bien sé, Dios mío, que tú pruebas los corazones y amas la rectitud; por eso te he ofrecido voluntariamente todo esto con rectitud de corazón, y ahora veo con regocijo que tu pueblo, que está aquí, te ofrece espontáneamente tus dones. (I Crónicas 29, 17)
Derribaron en su presencia los altares de los Baales, hizo arrancar los altares de aromas que había sobre ellos, y rompió los cipos, las imágenes y los ídolos fundidos reduciéndolos a polvo, que esparció sobre las sepulturas de los que les habían ofrecido sacrificios. (II Crónicas 34, 4)
y para llevar la plata y el oro que el rey y sus consejeros han ofrecido voluntariamente al Dios de Israel, cuya morada está en Jerusalén, (Esdras 7, 15)
Se bebía en copas de oro de formas diversas y el vino ofrecido por el rey corría con regia abundancia. (Ester 1, 7)
incendiaron el portón (del Templo) y derramaron sangre inocente, suplicamos al Señor y hemos sido escuchados. Hemos ofrecido un sacrificio con flor de harina, hemos encendido las lámparas y presentado los panes.» (II Macabeos 1, 8)
Heliodoro, habiendo ofrecido al Señor un sacrificio y tras haber orado largamente al que le había concedido la vida, se despidió de Onías y volvió con sus tropas donde el rey. (II Macabeos 3, 35)
Mas si alguien os dice: «Esto ha sido ofrecido en sacrificio», no lo comáis, a causa del que lo advirtió y por motivos de conciencia. (I Corintios 10, 28)
El cual, habiendo ofrecido en los días de su vida mortal ruegos y súplicas con poderoso clamor y lágrimas al que podía salvarle de la muerte, fue escuchado por su actitud reverente, (Hebreos 5, 7)
así también Cristo, después de haberse ofrecido una sola vez para quitar los pecados de la multitud, se aparecerá por segunda vez sin relación ya con el pecado a los que le esperan para su salvación. (Hebreos 9, 28)
El, por el contrario, habiendo ofrecido por los pecados un solo sacrificio, se sentó a la diestra de Dios para siempre, (Hebreos 10, 12)