Encontrados 466 resultados para: nada

  • Entonces Samuel se lo manifestó todo, sin ocultarle nada; Elí dijo: «El es Yahveh. Que haga lo que bien le parezca.» (I Samuel 3, 18)

  • Atravesaron la montaña de Efraím y cruzaron el territorio de Salisá sin encontrar nada; crusaron el país de Saalim, pero no estaban allí, atravesaron el país de Benjamín sin encontrar nada. (I Samuel 9, 4)

  • El tío de Saúl le dijo a él y a su criado: «¿A dónde habéis ido?» Contestó: «A buscar las asnas. Y como no vimos nada, acudimos a Samuel.» (I Samuel 10, 14)

  • Respondieron: «No nos has atropellado ni oprimido, y nada has recibido de nadie.» (I Samuel 12, 4)

  • El les dijo: «Yahveh es testigo contra vosotros, y su ungido es testigo hoy de que vosotros no habéis encontrado nada en mis manos.» Respondieron: «Es testigo.» (I Samuel 12, 5)

  • y no os apartéis en pos de los que no son nada, que no sirven ni salvan porque no son nada. (I Samuel 12, 21)

  • Un día, Jonatán, hijo de Saúl, dijo a su escudero: «Ven, vamos a cruzar hasta la avanzadilla de los filisteos que están en este paso», pero nada dijo a su padre. (I Samuel 14, 1)

  • Jonatán dijo a su escudero: «Ven, crucemos hasta la avanzadilla de esos incircuncisos. Acaso Yahveh haga algo por nosotros, porque nada impide a Yahveh dar la victoria con pocos o con muchos.» (I Samuel 14, 6)

  • Mandaré al muchacho: "Anda, busca la flecha." Si digo al muchacho: "La flecha está más acá de ti, tómala," vienes, porque todo va bien para ti y no hay nada, por Yahveh. (I Samuel 20, 21)

  • Saúl no dijo nada aquel día, porque pensó: «Será un accidente, no estará puro por no haberse purificado.» (I Samuel 20, 26)

  • El muchacho no se enteró de nada. Solamente lo entendían Jonatán y David. (I Samuel 20, 39)

  • ¿Es que he comenzado hoy a consultar a Dios por él? ¡Líbreme Dios! No achaque el rey a su siervo y a toda la casa de mi padre una cosa tal porque nada sabe tu siervo de esto, ni poco ni mucho.» (I Samuel 22, 15)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina